martes, 26 de julio de 2011

Batalla de Guadalete

La batalla de Guadalete es el nombre con el que se conoce una batalla que, según la historiografía tradicionalmente admitida, basada en crónicas árabes de los siglos X y XI, tuvo lugar en la península ibérica entre el 19 y el 26 de julio de 711 cerca del río Guadalete (Bética) y cuyas consecuencias fueron decisivas para el futuro de la península. En ella el rey godo Rodrigo fué derrotado y probablemente perdió la vida a manos de las fuerzas musulmanas comandadas por Táriq ibn Ziyad. La derrota fue tan completa que supuso el final del estado visigodo en la península ibérica.

De acuerdo con las fuentes disponibles, el caudillo Táriq estaba bajo las órdenes de Musa ibn Nusair, gobernador del norte de África, el cual en connivencia con el conde de Ceuta Don Julián, gobernador y vasallo de Don Rodrigo pero con lazos de fidelidad con el anterior rey Witiza (tras la muerte de Witiza comenzó una guerra de sucesión y los musulmanes llegaron a la península en apoyo a los hijos de Witiza), habría planeado la invasión de península ibérica, facilitándole el cruce del estrecho de Gibraltar en la noche del 27 al 28 de abril de 711.

Es muy probable que el líder musulmán Táriq desembarcase en Tarifa unos 7.000 soldados de a pie bereberes, tomando Carteia y posteriormente Algeciras, donde rechazó el ataque de Bancho o Sancho, sobrino de Rodrigo que había salido a su encuentro. Mientras todo esto acontecía, el rey visigodo se encontraba en el norte de la península ibérica combatiendo a los vascones en Pamplona. La noticia le tarda en llegar dos o tres semanas. La crisis que padecía el reino visigodo en aquellos fatídicos momentos, con continuas confabulaciones y guerras fratricidas entre la nobleza para hacerse con el trono, limitaron considerablemente el margen de maniobra de Rodrigo a la hora de reclutar un ejército con que hacer frente a la invasión, viéndose obligado a aceptar la interesada ayuda de los witizanos, cuya traición desconocía. Tal como fuere pudo organizar precipitadamente en Córdoba un ejército de 40.000 hombres y partir al encuentro de Táriq.

De acuerdo a las crónicas, el choque tuvo lugar en Wadi Lakkah, sitio que según algunos historiadores podría situarse en Barbate o Medina-Sidonia o, según otros, que coinciden con la historiografía clásica, en el río Guadalete. Durante dos días ambos bandos se tantean en sangrientas escaramuzas. Una vez empezada la batalla, los hijos de Witiza, que comandaban los flancos, se separaron del ejército visigodo, dejando a Rodrigo en inferioridad numérica y técnica contra los musulmanes. El caballo de Rodrigo fue encontrado asaetado a orillas del río, con lo que se especuló con que el monarca pudo haber escapado, aunque también que su cadáver fue arrastrado por la corriente. Nunca se volvió a saber de él. La destrucción de la fuerza visigoda ante el engaño de los witizianos, el desconocimiento total del modo de combatir árabe y la probable muerte de Rodrigo dejó la puerta abierta a Táriq para apoderarse de Toledo en el año 714..

El fulminante avance del ejército musulmán vino motivado por el posterior desconcierto en las filas godas tras la aplastante derrota del ejército real y la muerte del monarca, aumentado por la rápida caída de la capital que evitó la elección de un nuevo rey y el establecimiento de una línea de resistencia. Lejos podían suponer los conjurados que su petición de ayuda para recuperar el trono a cambio de tributos les iba a costar tan caro y cuáles eran las verdaderas intenciones de conquista de los árabes. Con posterioridad Musa desembarcaría él mismo en Algeciras al mando de 18.000 árabes que reforzarían al contingente de Táriq, prosiguiendo la ocupación de las tierras peninsulares hasta el valle del Ebro, y algunas regiones de Gallaecia y su intento de invadir el resto de Europa a través del reino franco merovingio.

Los musulmanes ya no abandonarían la península hasta dentro de 800 años, en 1492.

jueves, 21 de julio de 2011

Primera gran batalla de la guerra de secesión americana

La Primera batalla de Bull Run, tuvo lugar el 21 de julio de 1861 y fue el primer gran combate en tierra de la Guerra Civil estadounidense.

Tropas federales bisoñas, bajo el mando del brigadier general Irvin McDowell, avanzaron contra el ejército confederado, al mando de los brigadieres generales Joseph E. Johnston y P. G. T. Beauregard, en Manassas (Virginia) y a pesar de su éxito preliminar fueron forzados a retirarse finalmente hacia Washington DC.

El ejército confederado del Potomac (21.883 efectivos), bajo el mando de Beauregard, había acampado cerca del enlace de Manassas, a unos 40 km de la capital de los Estados Unidos. McDowell planeaba caer sobre este ejército numéricamente inferior, mientras el mayor general Robert Patterson, del ejército de la Unión, con 18.000 hombres se enfrentaba a la fuerza de Johnston (el ejército de Shenandoah, de 8.884 efectivos más la brigada de Holmes de 1.465 hombres) en el valle del Shenandoah, para evitar que pudiera reforzar el ejército de Beauregard.

Después de dos días de marcha bajo un sofocante calor, el ejército de la Unión pudo descansar. En esos momentos, McDowell buscaba una forma para rodear a Beauregard, que había desplegado sus líneas a lo largo de Bull Run. El 18 de julio, el comando de la Unión envió una división al mando del brigadier general Daniel Tyler para posicionarse en la derecha de los confederados, es decir el flanco sudeste. Desafortunadamente, Tyler fue forzado al combate en Blackburn's Ford (cerca de Bull Run) sin poder abrirse paso. Con gran frustración, McDowell resolvió atacar a los confederados por su ala izquierda en lugar de lo planeado previamente. Pensó dejar una división en el puente de piedra sobre Warrenton Turnpike y envió dos divisiones sobre Sudley Springs Ford desde aquí. Esta división debería marchar sobre la retaguardia confederada. Aunque el plan era bueno, se había demorado lo suficiente como para permitir a las fuerzas de Johnston abordar los trenes en la estación de Piedmont y dirigirse a Manassas para reforzar a los hombres de Beauregard.

En la mañana del 21 de julio, dos divisiones de la Unión cruzaron Sudley Springs y golpearon la izquierda confederada. Todo lo que tenían los confederados para enfrentarse a los 6.000 soldados de la Unión era la reducida brigada de 900 hombres del coronel Nathan Evans.

Evans pronto recibió refuerzos de dos brigadas al mando de Barnard Bee y Francis S. Bartow, pero lentamente la línea confederada sucumbió y se quebró completamente. En un rápido repliegue desde su posición en Mathews Hill, lo que quedaba de la fuerza confederada se refugió en su línea de refuerzos en Henry House Hill. Esta era la brigada de Virginia de Thomas J. Jackson. «Tenemos al enemigo a nuestras espaldas», dijo Bee a Jackson, quien respondió: «Entonces señor, tendremos que enfrentarlos a la bayoneta». Inspirado por la cabeza fría de Jackson, Bee regresó con sus hombres y los arengó: «¡Allí está Jackson como una muralla de piedra (stonewall)! ¡Pónganse detrás de los virginianos!». Así nació el legendario Stonewall Jackson.

Unidades dispersas comenzaron a reunirse alrededor de la brigada de Virginia, y la lucha continuaba mientras la marea de soldados federales avanzaba casi hasta el borde de Henry House Hill. Tan pronto esas tropas llegaron a la cima de la colina, se enfrentaron a los rifles de los hombres de Jackson y recibieron una descarga completa con efecto devastador. La línea nordista se rompió y comenzaron a retroceder en lo que se llamó «el gran escape». Finalmente, más brigadas confederadas de refresco entraron en combate y volvieron las tornas de la batalla completamente a favor del ejército de Beauregard.

La columna del flanco de McDowell fue detenida, sobrepasada y derrotada completamente. En el desorden que siguió, cientos de soldados federales cayeron prisioneros. Un vagón de la Unión se volteó en el puente de Bull Run generando pánico en la fuerza de McDowell. Beauregard y Johnston decidieron no forzar la situación de ventaja que llevaban, dado que su ejército combinado estaba también en ese momento muy desorganizado.
La rica sociedad de Washington, esperando una fácil victoria de la Unión, había ido de picnic a contemplar la batalla. Cuando el ejército federal fue hecho huir en desorden, los caminos que llevaban a Washington estaban bloqueados por estos civiles que intentaban huir en sus coches. Mayor confusión se produjo cuando un proyectil de artillería cayó sobre un carromato, bloqueando el camino principal al norte.

Las bajas de la Unión fueron 481 muertos, 1.011 heridos y 1.216 desaparecidos o capturados. Las bajas confederadas fueron de 387 muertos, 1.582 heridos y 13 desaparecidos. Entre los primeros estaba el coronel Francis S. Bartow, que fue el primer comandante de brigada confederado en morir en la guerra civil. El general Bee fue mortalmente herido, pereciendo al día siguiente.

lunes, 11 de julio de 2011

La Ballesta

Las ballestas desempeñaron un papel importante en las guerras en Europa, Norte de África y Asia. La principal fuente de evidencias arqueológicas sostiene que fueron desarrolladas en la antigua Grecia y el Este de Asia, más precisamente, en la antigua China. Una de las primeras referencias textuales a las ballestas, se encontró en las obras de los seguidores de Mozi y de Sun Tzu, en el El arte de la guerra; escrito en entre 500 a. C. y 300 a. C.

La ballesta comenzó a ser utilizada de modo masivo en el siglo X, siendo la evolución y perfeccionamiento del arco y la flecha. El primitivo arco de madera fue sustituido por una versión con un potente arco metálico formado por una o varias varas metálicas unidas (como un "elástico" de carruaje), llamada "arbalesta".
La cuerda vegetal o de tripa trenzada original fue reemplazada por alambre, y finalmente por fibras sintéticas en las versiones deportivas actuales. La primitiva flecha de vara vegetal fue sustituida por una saeta corta y metálica, capaz de perforar las corazas, y que es de carbono en las modernas. Se le agregó de forma perpendicular al centro del arco un carril acanalado en el que se alojaba la saeta y sobre el que se desplaza la cuerda impulsora o alambre.

Se lograba flexionar el arco metálico venciendo su potente resistencia con diversas maniobras; las primeras consistieron en poner el arco en tierra y tensar el alambre con ambas manos o el pie, hasta trabarlo en un gancho. Más tarde se montaron mecanismos ("armatostes") diversos sobre el carril central. El más exitoso y usado fue el tensado mediante torniquete a manivela. El alambre, poderosamente tensado y sujeto por una traba, se disparaba con un gatillo.
Su potencia llegó a ser considerable en la versión más tardía y avanzada, con palas de metal (el proyectil metálico perforaba una cota de malla a 350 m). Sin embargo, ya las versiones más antiguas y menos potentes fueron armas muy usadas. El motivo de esto era su facilidad de manejo en comparación con el arco (básicamente, se apunta y aprieta el gatillo), lo que permitía entrenar a un ballestero en mucho menos tiempo que a un arquero. Por ejemplo, el famoso arco galés, utilizado con gran eficacia por los ingleses en la Guerra de los Cien Años, era capaz de perforar armaduras de caballero o lanzar una flecha a 300 m, pero la tensión necesaria era de 75 kg. Un buen arquero necesitaba literalmente años de entrenamiento. La ballesta se podía disparar cuerpo a tierra, a pie o a caballo, y no precisaba de tanta destreza como el arco para darle al blanco. Su lentitud de recarga era la gran desventaja: mientras el ballestero disparaba 1 saeta/min, en el mismo lapso un hábil y fornido arquero galés con su enorme arco de 1,80 metros lograba disparar 10 flechas, a casi 300 metros de distancia.

La ballesta revolucionó las posibilidades individuales de dar muerte al enemigo: cualquier inexperto podía matar a distancia a un consumado guerrero. Esto resultó tan novedoso y amenazador que incluso mereció que el Papa Inocencio II, en el Concilio de Letrán, del año 1139, prohibiera el uso de la ballesta entre los ejércitos cristianos, y en una bula papal prevenía a la cristiandad contra su uso por "el peligro que representaba para la humanidad un arma semejante". El motivo real era que esta arma permitía al pueblo llano vencer a los caballeros armados, lo cual representaba un grave peligro para el orden establecido por aquel entonces, pero al no poder ejercer influencia sobre los musulmanes y los herejes, tuvo que permitirla.

La ballesta constituyó el anticipo más equivalente a las armas de fuego. Como en éstas, la ballesta se gatillaba y se apuntaba acercando el ojo al extremo del carril saetero para alinearlo con el blanco a acertar. Su efectividad a distancia sólo fue superada por la pólvora. A los soldados que portaban esta arma se les llamaba "ballesteros".

lunes, 4 de julio de 2011

La Cruz de Hierro


La Cruz de Hierro es una condecoración militar del Reino de Prusia y posteriormente de Alemania, concedida por actos de valentía o por méritos en la conducción de tropas. La Cruz de Hierro no se ha concedido desde mayo de 1945 y se concede solamente en tiempo de guerra. Es normalmente una condecoración militar, aunque había casos en que era concedida a los civiles por realizar funciones militares.

La Cruz de Hierro era, originalmente, la cruz negra, que a su vez, era el símbolo de los Caballeros Teutones y el diseño (pero no la condecoración específica) ha sido el símbolo de las fuerzas armadas de Alemania (ahora la Bundeswehr) desde 1870.

La versión original fue diseñada por el arquitecto alemán Friedrich Schinkel, quien recibió el encargo del rey Federico Guillermo III de Prusia. En un principio se concibió toda negra, pero se le añadió un filo de plata para que se destacara mejor en los uniformes. Fue creada el 10 de marzo de 1813 y entregada por primera vez el 13 de abril de 1813 a militares que combatieron contra las tropas de Napoleón I.

La Cruz de Hierro sólo es concedida en época de guerra. Además de ser repartida durante las guerras napoleónicas, fue concedida durante la Guerra Franco-prusiana de 1870, en la primera y segunda guerra mundial. Por esto último, existe la creencia generalizada de que se trata de una medalla de la Alemania Nazi.

Mariscales destacados del ejército alemán, como Helmuth von Moltke y Paul von Hindenburg, Manfred von Richthofen (el Barón Rojo) y Hermann Göring, fueron condecorados con ella. Cabe destacar que Adolf Hitler recibió en la Primera Guerra Mundial la de segunda y primera clase, llevando en su uniforme siempre esta última.

Durante la Segunda Guerra Mundial existieron ocho grados en la Cruz de Hierro:

  • Cruz de Hierro de Segunda Clase
  • Cruz de Hierro de primera Clase
  • Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro
  • Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble
  • Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble y Espadas
  • Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble, Espadas y Brillantes
  • Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble en Oro, Espadas y Brillantes (solo concedida al aviador Hans-Ulrich Rudel)
  • Gran Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro (solo concedida a Hermann Goering)

La Cruz de Hierro era concedida por valor en batalla, así como por meritoria y valerosa dirección de tropas. La Cruz de Hierro era una concesión progresiva, con la 2ª clase que tenía que ser ganada antes de la 1ª clase y así sucesivamente para los grados más altos. Se estima que unos cinco millones de cruces de hierro de 2ª clase fueron concedidas en la Segunda Guerra Mundial, y 730.000 de 1ª clase.

La ley alemana prohíbe usar la esvástica, así que en 1957 el gobierno de la República Federal de Alemania autorizó cruces de hierro sustitutivas, con un racimo de hojas de roble en lugar de la esvástica, similares a las cruces de hierro de 1813, 1870 y 1914, que se podrían portar por quienes hubieran obtenido la Cruz de Hierro de la Segunda Guerra Mundial. Además, se crearon broches sin esvásticas, en los cuales ésta era reemplazada por una cruz de hierro. Esta sustitución también afectó a la "Cruz Alemana", en la cual la cruz gamada central fue reemplazada por una cruz de hierro negra. La ley de 1957 autorizó asimismo versiones desnazificadas de la mayoría de las otras condecoraciones de la Segunda Guerra Mundial excepto las asociadas con organizaciones del partido nazi, declaradas ilegales en los juicios de Nuremberg (organizaciones como la S.A y la S.S), o con las medallas creadas específicamente para celebrar la extensión del III Reich alemán, como las medallas para la anexión de Austria, los Sudetes y la región de Memel.